A menudo nuestros mayores problemas surgen de la necesidad de controlar lo que nos sucede. A veces, eso no es posible, a veces nuestro mundo interno escapa de nuestro control, nuestras emociones se apoderan de nosotros y sentimos que no somos capaces de acallarlas, siendo ellas las que dirigen nuestra conducta y nuestras reacciones. Desde las terapias de aceptación y compromiso, en lugar de pretender modificar la conducta, en lugar de pretender anular la emoción, partimos de la base de la aceptación, la aceptación como paso previo para conseguir el cambio. Se trata de buscar que aquello que vivimos no nos bloquee, no paralice nuestras vidas ni nos impida seguir nuestro camino.
En lugar de repetir frases del tipo “no estés triste” “no te enfades” “debes superar esto que te pasa” “debes ponerte bien” “debes animarte” etc..- frases que agudizan nuestro sentimiento de impotencia- desde las terapias de aceptación y compromiso te enseñaremos a “aceptar aquello que no puedes cambiar”, para que dejes de sufrir, de manera que puedas seguir con tu vida y llegar a las metas que te hayas prefijado sin que lo que te pasa, tu estado de ánimo, o tus emociones, sean un obstáculo en tu día a día.
No buscamos cambiar ese pensamiento que te llega sin control, para después poder cambiar tu conducta. Al contrario, empezamos a – HACER COSAS – que poco a poco conseguirán que cambies tu cognición, tu forma de pensar, y harán que lo antes parecía un imposible, esté al alcance de tu mano.
