La terapia EMDR (Eye Movement Desensitization and Reprocesing), que traducido significa Desensibilización y Reprocesamiento por medio de movimientos oculares, es un abordaje terapéutico que en los últimos años se ha convertido en un elemento fundamental para el tratamiento del trauma, entendiendo por tal cualquier situación que produce un impacto en la persona ocasionando un trastorno de adaptación.
Esta terapia es fundamental para tratar a las personas con dificultades emocionales ocasionadas por haber vivido momentos duros en la vida, desde un accidente hasta una catástrofe natural, aunque también es muy útil para ayudar al rendimiento personal o incluso para hablar en público.
Algunas personas, a menudo y sin motivo aparente, se sienten en peligro , o reaccionan de forma desmedida, incluso con respuestas físicas (sudor, llanto, etc..) que no se corresponden a la situación que están viviendo en la actualidad. En la mayoría de los casos, todo esto acaba ocasionando serios problemas en su vida cotidiana. Pues bien, es probable que estas personas hayan sufrido la experiencia de un trauma en algún momento anterior (lejano o no) de la vida. Esta experiencia habrá formado un recuerdo traumático o lo que es lo mismo, una información almacenada disfuncionalmente en sus redes neuronales. Dicha información no se procesa completamente, haciendo que las percepciones y los pensamientos negativos vividos en ese momento, vuelvan a aparecer en el futuro con la misma intensidad y las mismas características del momento de entrada, ante estímulos aparentemente inconexos.
Con este tipo de abordaje, mediante la estimulación bilateral conseguiremos que la persona logre reprocesar esos recuerdos integrándolos adecuadamente en la memoria, haciendo que, a partir de ahí, le sea posible abordar sin problema las distintas situaciones a las que se enfrente en su vida diaria.
